Don

No recuerdo los detalles, pero era febrero / marzo de 2005 y fui por mi hermana a su clase de inglés, cuando en el regreso que iba por el "eje", en lo que hoy es la glorieta de la Toyota y yo con rumbo al centro de la ciudad, tuve un accidente vs un trailer, que me mando a volar (más bien a la voyaguer), dejando dañado todo el lado del piloto y donde por fortuna solamente tuve una cortada mínima con un vidrio más un par de días de reposo en cama.

En aquella tenía el remordimiento del hecho de que no iba sólo, de que iba con mi hermana y que por un accidente podía haberla dañado. Sobretodo después de analizar el accidente, donde admito (a pesar del peritaje) haber tenido algún grado de responsabilidad en el accidente. En ese momento intente perfeccionar o mejorar mi forma de manejo (aunado al trauma que tuve por semanas a los trailers) e intentar a toda costa evitar cualquier accidente que fuese humanamente posible.

Tenía 21 o 22 años, estaba asustado, después de ver las fotos (por ahí en el blog están las fotos del accidente) también daba las gracias de que nada me hubiera pasado, ya que unos 10cm más profundo el golpe y mi cuello no lo hubiera podido contar.... ( se me enchina la piel al recordarlo) pero sobretodo por mi hermana que afortunadamente salió ilesa.

Y llegamos al 2013, a mediados de mayo... Donde voy saliendo de trabajar casi a media noche, la lluvia esta intensa y enfoco toda mi atención en la carretera ( esa noche quería hablar con alguien por teléfono con mi manos libres, ya que el clima me hacia recordarla, pero por la hora me dio pena y decidí seguir tranquilamente). Comienzo la bajada de Conin rumbo a Querétaro, la visibilidad es limitada y el tráfico pesado esta en su apogeo, estoy a punto de salir de la última curva mientras terminó de rebasar a un trailer por detrás de una camioneta que lleva una lancha consigo (esa camioneta me había rebasado poco antes de comenzar la bajada de Conin) cuando veo que del carril que va rumbo al DF (yo voy a qro) veo como un trailer comienza a invadir el acotamiento que hay entre ambos sentidos de la carretera, así como veo cajas que lleva de carga.

El instinto, la experiencia, el amor de mis abuelos, la fe, mi familia, mis amigos, el amor hacia ella (en fin tantas cosas que no se pueden explicar con palabras) me hacen reaccionar e intentar evitar el trailer, así como las cajas con su carga moviéndome hacia carriles centrales o inclusive el carril de baja... El trailer lo logro evitar, las cajas me golpean y provocan que patine el coche unos 100 metros, quedando el coche pegado al muro de contención (sin impacto alguno) del carril del alta, y veo como el trailer que acababa de rebasar pasa sin problemas (o eso me parece).

El motor esta prendido, pero no se mueve, intento girar el volante, tampoco responde, apago y vuelvo a prender el coche, el resultado es el mismo.... Decido avisar en casa del accidente, así como hablar al 060 y al seguro para que me apoyen. Llegan patrullas y los del seguro y empezamos a valuar la situacion. Como a la 1 llegan mis papas que tienen que ir subir hasta el Conin para poder llegar a donde estoy, me comentan (después) que ven varios trailers seriamente dañados y se preguntan por mi ubicación y se tranquilizan cuando me ven sano y salvo.... Que gran gusto fue verlos!!! Por la gravedad de la situación estuve apunto del llanto, logre contenerme

Mientras con el seguro, llenaba toda la documentación correspondiente, mi mente me llevaba con personas que consideró importantes y que consideraba importantes que lo supieran, pero la hora no era la conveniente y sólo envíe un par de whatsapp comentando el general...

Mientras llegaba la grúa, vi pasar fácilmente unos 5 o 6 trailers destrozados y conforme pasaba el tiempo me iba percatando de la magnitud del siniestro del cual acababa de participar y comencé a evaluar la situación, el accidente en mi cabeza una y otra y otra vez.

Me di cuenta que en esta ocasión no tenía nada que hacer, simplemente reaccione ante una situación inesperada y tuve mucha suerte, mucha suerte de que solamente salí zarandeado, sin golpes ni rasguños.

Cuando consideró que tuve suerte en un accidente, donde realmente me siento afortunado de estar aquí contando esta historia, me da miedo.

Miedo a la muerte, miedo de dejar dolor a mi familia y amigos, miedo de no poder verla otra vez, miedo de no decirle tantas cosas, miedo de la suerte, miedo de la impotencia, miedo del mismo miedo!!

No quise que la familia se enterara, debido a que teníamos una boda el sábado... Por obvias razones no pudimos ir y no quisimos alarmarlos ni preocuparnos, ya que afortunadamente uno estaba bien.

Al tiempo, me preguntaron si vi mi vida pasar durante el accidente? La verdad es que no, la vi pasar hasta que me percate de la magnitud del accidente.

Doy gracias a quienes con chistes me dan ánimos, a quienes me escuchan e intentan comprender la situación, quienes se preocupan de mi salud, quienes en vez de dar consuelo me regañan y me hacen ver algo más allá de lo evidente, a quienes simplemente guardaron silencio.

Me siento querido, yo los quiero y espero que estas experiencias les sirvan y tengan cuidado, e intentemos sobre todas las cosas no quedarnos con cosas dentro de nuestro corazón, expresemos y luchemos por lo que queremos.

Un saludo y abrazo fraternal de su amigo

Alfonso